Reseña: The Woods (2025), de Sarah Lyons
Por Gonzalo Vargas
En su ópera prima, The Woods, la escritora y directora Sarah Lyons nos sumerge en un relato de terror psicológico que explora la fragilidad de la amistad y la influencia perturbadora de la naturaleza. La película sigue a cuatro amigos que, tras años de amistad desde la secundaria, deciden recrear una caminata que marcó su infancia. Sin embargo, el bosque al que regresan se convierte en un escenario de tensiones y tragedias que transforman sus vidas para siempre. Años después, Kate Reed, la única sobreviviente, relata los eventos en un pódcast de crímenes reales, añadiendo una capa de misterio y reflexión sobre la memoria y la culpa.
Lyons, quien también se identifica como escritora y bruja, considera esta película como su proyecto más personal. En su declaración como directora, menciona que The Woods nació de una historia que escribió en la escuela secundaria y que ha ido revisando a lo largo de los años. La película se caracteriza por su atmósfera inquietante, donde la naturaleza se presenta como un personaje más, con un diseño sonoro minimalista pero efectivo que mantiene una tensión constante.
Las actuaciones, especialmente la de la protagonista, transmiten vulnerabilidad, desconcierto y, en última instancia, resignación. The Woods no es una película de sustos fáciles; es una meditación sobre el poder destructivo de lo no dicho, de las heridas mal cerradas, y del eco persistente del pasado. El terror aquí es más emocional que físico, más sugerido que mostrado.
En definitiva, Sarah Lyons entrega una cinta íntima, cruda y cargada de simbolismo, que anuncia la llegada de una voz muy particular al cine de terror contemporáneo.
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